Siempre habrá más cosas que hacer que tiempo para hacerlas

No se trata de hacer todo, se trata de elegir bien

Vivimos en un mundo que premia la inmediatez, la multitarea, los inbox cero y los checklists eternos.

Nos sentimos productivos cuando completamos muchas cosas, sin embargo, cuando se trata de trabajo del conocimiento el cual implica pensar, crear, decidir y resolver, las reglas cambian totalmente.

Ya que no existe el "ya terminé todo", siempre hay ideas por desarrollar, decisiones que tomar, detalles por mejorar lastimosamente podríamos decirlo, es un trabajo que, por naturaleza, nunca se termina del todo.

Esto puede resultar frustrante si tratamos de aplicar los mismos patrones de productividad que usamos para tareas mecánicas o repetitivas, y el gran reto que nos enfrentamos no es hacer más, sino decidir qué merece ser hecho ahora.

Caemos en la trampa de intentar acabarlo todo, cuando intentamos “ponernos al día” con todo, y por hacer ello acabamos agotados y más lejos del trabajo que realmente es importante.

¿Te ha pasado? El terminar un día con muchas tareas completadas, pero con la sensación de que no avanzaste.

Es porque estás dejando que lo urgente se coma a lo valioso.

El trabajo significativo no es el que llena casillas, sino el que genera impacto real a lo que en realidad importa

Debido a que llego a tener este problema muchas veces algo que me ha servido es considerar lo siguiente:

• Elegir tres tareas que realmente importan, si las completas hará que tu semana haya valido la pena.

• Aceptar que habrán cosas sin hacer, aprende a no castigarte por ello.

• Si vas a decidir algo, que sea porque tu lo hiciste, no porque apareció en el camino y debe ser resuelto.

No es cuántas cosas haces, sino qué tan bien eliges qué no hacer.

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