Este boletín nace a raíz de una miniserie que vi recientemente en Netflix: Unicornio Salvaje. La devoré en dos noches (sí, lo admito, tengo un pequeño problema con el binge-watching). En uno de los episodios mencionan una frase que se quedó dando vueltas en mi cabeza y que da título a este boletín.
A partir de ahí, surgió una reflexión que quise compartir contigo. Como ocurre con muchos de los textos que escribo aquí, este nace de lo que voy observando, leyendo o viendo en mi día a día. A veces son ideas espontáneas, otras veces, entradas que ya tenía medio escritas y terminan de tomar forma con algo que me toca de cerca.
Espero que esta edición te guste y, sobre todo, que te invite a actuar, porque al final, eso es lo que más busco: mover ideas que generen movimiento.
Tendemos a confundir el éxito con resultados inmediatos, pero lo más valioso no es cuánto avanzamos, sino simplemente que no nos detenemos. Seguir, incluso sin garantías, ya es una forma de victoria.
No rendirse no es pasividad. Es enfrentarse cada día a las dudas, a la incomodidad, a la frustración… y seguir caminando.
No siempre nos sentimos inspirados, lo que marca la diferencia es que seguimos mostrando presencia, incluso sin ganas algunos le llaman fuerza de voluntad, pero no todo funciona con ello (lo dejamos para otro boletín).
A veces avanzar no se ve desde afuera, hacemos un cambio interno, una decisión, una renuncia saludable… también son progreso.
Si hoy no ves resultados, pero no has renunciado: estás dentro del juego, el único fracaso definitivo es el abandonar, todo lo demás es parte del proceso.
Déjame tu mensaje de voz a través del siguiente enlace o realiza tu comentario!
Puedes apoyarme directamente comprándome un cafecito o por medio de Patreon desde solo $2 mensuales.
¡Cada aporte me ayuda a seguir creando contenido valioso para ti!