Empieza lento y llega lejos: El poder de los comienzos suaves
Iniciar la semana sin presión puede ayudarte a mantener el foco y evitar el agotamiento.
Se que no estamos en Lunes y esta publicación debió de salir el Domingo o Lunes en la mañana pero debido a mi falta de foco de estos días creía que estaba programada y hasta escrita, pero mejor tenerlo hecho y puedas tu darme tu punto de vista en base al día que ya terminó
¿Cómo te sientes los lunes por la mañana?
Si tu respuesta incluye palabras como “estresado”, “presionado” o “desbordado”, no estás solo. Muchos iniciamos la semana queriendo recuperar el tiempo, poner todo en orden o simplemente tachar cosas de la lista, esta urgencia conduce a nuestro agotamiento temprano.
¿Y si el lunes fuera un día para arrancar con suavidad, en lugar de acelerar?
El mito del “Lunes productivo”
Estamos rodeados del concepto de que si no comenzamos la semana “a tope”, fracasaremos, ya que al ser el primer dia de la semana debemos de dar el todo para que toda la semana sea fructífera, quizás para algunos funcione y para otros no te recuerdo lo que mencionamos casi siempre.
“El sistema o método debe de adaptarse a tu estilo y flujo de vida, no tu a ellos.”
Al intentar resolver todo el lunes y no lograrlos nos frustra, al menos para mi este día debería ser un calentamiento, para evaluar el terreno y luego dar el todo o en todo caso si eres de los que inicia rápido este boletín no es para ti, nos leemos mañana.
Iniciar lento no es ser perezoso
Más bien es todo lo contrario es elegir conscientemente cómo y con qué energía arrancas tu semana.
Algo que este último mes me ayudo bastante y mejoré fue de dejar de cargar mi organización de tareas el domingo, más bien el dedicar los primeros 30 minutos del lunes a revisar las prioridades y organizar la semana con la cabeza más clara.
Usa la técnica MIT (Most Important Task): elige una tarea clave para hoy. Si la completas, el día ya es productivo, avanzaste.
Protege esa primera franja de la mañana 90 minutos dedicados al trabajo profundo, sin distracciones ni reuniones.
Celebra un buen comienzo, no un lunes perfecto.
Prueba si este enfoque te ayuda, al menos para mi me ayudo a reducir el estrés, considera que la productividad real no es un sprint de lunes, sino una maratón bien llevada durante la semana.
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Esa idea me parece muy acertada. Tiene más sentido calentar que salir a tope sin saber ni el terreno que pisas. A mí también me ha funcionado revisar prioridades ya en lunes con algo más de perspectiva. Pequeño cambio, gran diferencia.