Hay días en los que me levanto sin haber dormido bien, porque mi cerebro en la noche se le ocurrio funcionar del todo y dar mi revancha a pesar de que en el día estuve con mi trabajo regular de 8 horas, y por ello hay días en los que empiezo a escribir a las 2 de la madrugada, porque es el único momento en el que mi mente se ordena, o simplemente porque el insomnio me empuja a crear. A veces lo que escribo cobra sentido. A veces no, pero igual lo hago, porque tengo un objetivo y voy a trabajar en ello hasta tenerlo.
Seguro tu también tienes días en los que todo fluye: tienes energía, claridad y foco. Y otros en los que apenas puedes levantarte, tu mente está nublada o simplemente sientes que nada tiene sentido.
Aun así, si crees en algo, ese sueño merece atención… incluso en los días grises.
Aquí no se trata de productividad tóxica ni de exigirse sin descanso.
Se trata de persistencia amable, de construir con lo que hay, no con lo que debería haber. Por ello te doy algunas herramientas Y para eso, aquí tienes herramientas que pueden ayudarte:
1. Establece tu mínimo viable, cuando todo cuesta, no intentes hacerlo todo de golpe , define algo pequeño que te mantenga en movimiento:
Escribir una idea en tu cuaderno
Leer una página
Revisar una nota antigua
Hacer 10 minutos de trabajo enfocado
Ese mínimo puede parecer poco… pero con el tiempo, es lo que evita que se detenga tu progreso.
2. Diseña entornos que te ayuden (no que te reten), evita luchar contra tu espacio o tus herramientas. Adapta tu entorno para que te invite a hacer al menos una cosa:
Un escritorio despejado o con solo lo esencial.
Atajos en tus aplicaciones de notas (Obsidian, Notion, Apple Notes la que uses).
Tener abierta solo la aplicación que necesitas, nada más cierra el navegador.
Pon la música que marque el inicio de tu sesión, aquí no te dire que pongas ambiental y demás romanticismo, escucha lo que te funcione.
3. El tiempo fragmentado también vale, a veces creemos que se necesita horas libres para avanzar, y estamos equivocados usa los 10 minutos entre tareas, el rato que esperas algo, el tiempo muerto antes de una reunión para hacer algo y avanzar. La constancia fragmentada también construye.
4. Rituales que te devuelvan al centro, si sientes que estás fuera de ritmo, ten un pequeño ritual que te ayude a reconectar con lo que estas realizando:
Respirar profundo 3 veces
Leer una frase que te inspire
Releer tu meta principal ya sea en tu aplicación de notas o el registro donde lo tengas.
Escribir lo que sientes… sin filtro
5. Reconoce tus nivel de energia, tus emociones y tus patrones te ayuda a surfearlos en lugar de luchar contra ellos, si necesitas parar, para. Pero decide cuándo y cómo retomar.
Creer en algo es fácil. Persistir cuando no todo está bien, es donde crece tu fuerza real.
No siempre sentirás motivación. No siempre tendrás claridad. Pero puedes seguir, paso a paso, ajustando el ritmo, adaptando el camino, sin renunciar al destino.
¿Cuál es tu "mínimo viable" para mantenerte en movimiento, incluso en los días difíciles?
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