#2 El hábito de escribir 📝
El escribir tiene múltiples beneficios como el desarrollar tu creatividad, aprender a organizar tus ideas o pensamientos, como una forma de autor, reflexión para quienes lo hacen para un diario personal, o para subsistir de este arte, es decir, quienes deciden trabajar en un ámbito relacionado con la escritura diaria sea investigación, publicación de libros, páginas web, noticias, blogs o boletines.
¿Qué sucede cuando queremos escribir? Muchos habrán experimentado que el escribir conlleva toparse primeramente con la hoja en blanco y pensar ¿Y ahora cómo empiezo, qué escribo, qué puedo hacer? Y la presión es peor para aquellos que tienen fechas, límites de entrega, ya sea para el trabajo o para el colegio.
Según la Real Academia Española [1], escribir se refiere a "Representar las palabras o las ideas con letras u otros signos trazados en papel u otra superficie.". Se escribe con el fin de comunicar al mundo o a un público en específico eso que queremos expresar, sean ideas o pensamientos. A medida que crecemos solemos cambiar nuestro estilo de escritura porque no es lo mismo lo que escribíamos cuando estábamos en colegio a cuando somos adultos con alguna profesión o formación, esto se debe a que con el tiempo aprendemos a ser más racionales, argumentamos mejor, leemos más, aprendemos más en general, tenemos más ideas a partir de diferentes fuentes de información y por ende también desarrollamos mejores criterios propios, sin embargo, no solemos tener el hábito de escribir todas esas ideas fugaces ya sean pequeñas o grandes. Nos cuesta seguirlos la pista o el hilo, suele ser difícil recordar dónde leímos o escuchamos esa idea que nos hace eco en la mente.
¿Esta semana estuviste escribiendo una nota diaria? Si es así, comenzamos con un nuevo hábito, que aún requiere un esfuerzo y trabajo adicional. Seguro estás pensando que necesitamos 21 días, generar uno nuevo.
Esto fue determinado a través de un estudio en la década de 1950 porque un célebre cirujano plástico, Maxwell Maltz[2], advirtió de que les llevaba ese tiempo a los pacientes operados acostumbrarse a su nueva apariencia.
Algunos coincidían en que un hábito se creaba en 28 días, pero parece que suelen ser escasos para que nuestras neuronas asimilen la mayoría de las costumbres. Esto se verificó con una investigación sobre el proceso de formación de un hábito que en 2009 hizo Phillippa Lally[3] y su equipo en el University College de Londres.
El estudio titulado “Cómo se forman los hábitos: modelando la formación de hábitos en el mundo real”, publicado en la Revista Europea de Psicología Social, concluía que se requerían 66 días en promedio, ya que en el análisis vieron que entre 18 a 254 días se formaba el hábito.
Recuerda si quieres generar un hábito, todo depende de tu perseverancia y motivación para lograrlo.
🧠 Cerebro Errante